La sensación de insustancialidad contraída por el progreso moderno ha alcanzado un especial énfasis en la era de “la nube”, y el hecho de que el adjetivo “presencial” haya consagrado su lugar en nuestro lenguaje cotidiano, es una clara muestra de que la presencialidad ha dejado de darse por sentada. Se despiertan pulsiones de recolección y concatenación ante la inconsistencia generalizada, y nos arrojamos a la búsqueda de alternativas que -a través de nuevos modos de conexión y nuevas definiciones de entorno- apuestan a tejerle un espesor efectivo al “sin suelo” de nuestras vidas modernas.
El taller versa sobre la modernidad como una progresiva optimización de los flujos, sobre la insustancialidad, y la posibilidad de esbozar estrategias para la salvación, en un análisis multilateral al actual estadio moderno desde obras claves de la literatura y el arte del último siglo, y en este sentido, apelando al trazado de continuidades desde los diversos frentes, con un particular entramado de lecturas cruzadas que se aúnan atendiendo al meollo de nuestra psiquis contemporánea.
En la colisión entre las dos siguientes, se sintetiza el espíritu del taller:
“La idea que actualmente mueve a las masas se llama materialismo: sin embargo, la desmaterialización es la característica de la época. Piénsese en la correspondencia, por ejemplo: ella crece, crece el número de cartas. La cantidad de papel escrito, se extiende así la cantidad de material consumido, hasta que la llegada del teléfono la alivia. Se repite después el mismo fenómeno. Resultado: La red de trabajo y el material de suministro crecen entonces hasta que son aliviados por la radio. Brevemente: la materia disminuye; el proceso de desmaterialización aumenta cada vez más. Perezosas masas de materia son reemplazadas por energía liberada.” (El Lissitzky, El futuro del libro).
“Quizá se pueda delimitar así el motivo más oculto del coleccionismo: emprende la lucha contra la dispersión. Al gran coleccionista le conmueven de un modo enteramente originario la confusión y la dispersión en que se encuentran las cosas en el mundo.” (Walter Benjamin, El libro de los pasajes).
Cronograma:
Sesión 1) Se llevará a cabo un contexto general para situar lo que será el suelo de los objetos de estudio revisados en las siguientes sesiones, versando sobre lo que a la fecha atisbamos como una clara relación de proporcionalidad entre la optimizadora dinámica de flujos y la sensación de insustancialidad, sobre todo en la llamada era de “la nube” y los océanos informáticos, además de pensar desde Bifo la relación entre caos y cosmos en la caosmosis.
Sesión 2) Desmaterialización y coleccionismo. Ante el fenómeno “pulverizante” producido por la optimización progresiva del flujo de informaciones y elementos, ahí en donde perezosas masas van siendo reemplazadas por energía en transmisión, se genera una relación dialéctica con la pulsión recolectora y la pasión por el objeto sencillo y concreto.
Sesión 3) Consecuente a los procedimientos artístico-literarios propuestos en la sesión anterior, se revisa y piensa la voluntad moderna de pasar de la representación a la presentación, colgándonos especialmente de las paradigmáticas propuestas de John Cage en su atendimiento a la realidad inmediata, ya sea desde su arista de músico, poeta o artista.
Sesión 4) En el contexto de un mundo en donde la pérdida de la presencialidad ha signado una horizontalidad entre las representaciones y la “realidad”, se revisará en la obra poética de Gertrude Stein la posibilidad de torcerle la mano a la teoría derrotista que ubica al sujeto “enajenado en el lenguaje” y distanciado de la realidad (enajenado de “la verdad”), volcándonos más bien hacia una perspectiva de mundo en donde imágenes, palabras y cosas son lo mismo y bailan juntas.
Sesión 5) Se revisará en la obra de Samuel Beckett la idea de la obstrucción de sentido y proliferación de la cohesión. La imagen del austero ermitaño, exiliado del mundo, y su paradójica relación a con las 10.000 cosas. Ahí en donde nunca parece por dónde, se lleva a cabo sin embargo una puesta en potencia hasta la extenuación.
Sesión 6) Enlazando con la premisa de que hay que hallar en el caos la fuerzas necesarias para un nuevo cosmos y citando los respectivos pasajes de Bifo revisados en la primera clase en torno a la caosmosis, se hará una lectura crítica de Anna Livia Plurabella, uno de los capítulos cúlmenes del Finnegans Wake, libro a su vez cúspide en lo que fuera la producción literaria de James Joyce. En base a la noción de caosmos, un puntapié para pensar estos pasajes será la relación del escritor con su hija, quien sufría de esquizofrenia (Jung: ella se ahoga ahí en donde tú nadas).