x Jorge Díaz
Lo anfibio alude a una forma de vida que transita entre mundos: agua y tierra, naturaleza y cultura, masculino y femenino. Más que una categoría zoológica, es una metáfora que nos permite pensar la adaptabilidad, la transición constante y aquellas existencias que resisten las clasificaciones rígidas.
Desde la biología, la rana africana Xenopus laevis ha sido clave para comprender procesos como la migración celular colectiva o la reprogramación nuclear, mostrando bajo el microscopio dinámicas de cooperación y plasticidad que explican fenómenos como la regeneración o el cáncer.
Desde el transfeminismo, lo anfibio se enlaza con identidades fluidas, no binarismos y estrategias de resistencia contra-hegemónicas.