Descripción
Antón P. Chéjov, para Raymond Carver «el mejor escritor de relatos de todos los tiempos», nunca llegaría a escribir una novela larga, quizá porque, como decía Nabokov, era «un velocista, no un corredor de fondo». O quizá porque, de hecho, inventó una nueva modalidad narrativa en la que la extensión no venía dictada por convenciones genéricas sino por la propia materia del relato. En estas Cinco novelas cortas que ha seleccionado y traducido Víctor Gallego, vemos en cualquier caso su maestría para captar el tiempo y reflejarlo narrativamente, sin otro calendario que el que marcan las propias acciones –e inacciones− de los personajes. Son todas ellas obras de madurez: «Una historia aburrida» (1989), «El duelo» (1891), «La sala número seis» (1892), «Relato de un desconocido» (1893) y «Tres años» (1895).
El peculiar héroe chejoviano transita por estas historias debatiéndose entre la indiferencia y las ganas de vivir: a alguno le parece estar viviendo «una mentira o algo semejante a una mentira», otro se define sin tapujos como «un fenómeno negativo», pero al final una circunstancia, un segundo de inspiración o un accidente trivial los enfrenta a todos al «roce de la vida» y las consecuencias son enigmáticas. A su lado, un nutrido elenco de cretinos instruidos, locos proféticos, funcionarios irónicos, pobres diablos y pequeños déspotas… «Conócete a ti mismo» es un «excelente y útil consejo –dice el protagonista de una de estas piezas-. Lo malo es que a los antiguos no se les ocurrió enseñarnos la manera de ponerlo en práctica.»
Antón Pávlovich Chéjov nació en Taganrog, a orillas del mar de Azov, en el sur de Rusia, en 1860. Hijo de un modesto comerciante, antiguo siervo que había conseguido comprar su libertad, hizo sus primeros estudios en su ciudad natal. En 1879 ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Moscú. Desde el primer curso empezó a publicar «cuadros humorísticos» en revistas, con los que conseguía mantener a toda su familia (su padre, endeudado, su madre y sus hermanos habían tenido que trasladarse con él a Moscú), y pocos años después ya era un escritor profesional reconocido.
1888 fue un año clave en su carrera: publicó su novela corta La estepa (ALBA CLÁSICA núm. LIII, junto con En el barranco), escribió su primera obra teatral, Ivanov, y recibió el premio Pushkin. En 1890 viajó a la isla de Sajalín, «con la intención de escribir un libro sobre nuestra colonia penal», que aparecería al año siguiente con el título de La isla de Sajalín (ALBA CLÁSICA MAIOR núm. XXVI). En 1896 estrenó La gaviota y en 1899 Tío Vania (1899) a las que seguirían Tres hermanas (1901) y El jardín de los cerezos (1904) (todas ellas publicadas en ARTES ESCÉNICAS OBRAS). Maestro del relato corto, algunas de sus obras más importantes se encuentran en ese género, en el que ha ejercido una influencia que aún hoy sigue vigente. Alba Editorial ha publicado una extensa antología de sus Cuentos (ALBA CLÁSICA MAIOR núm. XXI) y un volumen con Cinco novelas cortas (ALBA CLÁSICA MAIOR núm. XLI), así como una selección de textos teóricos a cargo de Piero Brunello, Sin trama y sin final: 99 consejos para escritores (ALBA CLÁSICA núm. LXXVI). Chéjov murió en Badenweiller en 1904.
440 págs.
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