Edad de la ira

Autor(es): Alvarado Barría, Patricio
Editorial: Agnición
Año: 2025
Ciudad: Santiago

Dividido en tres partes (Casas quemadas, Destierros y Estío), Edad de la ira es un poema de voces que nacen abajo de las casas, cuando los techos volaron y la obra gruesa apenas recuerda sus puertas. Son voces de ojos abiertos, bajo calles y toda la señalética que clavó en hierro el capitán Trizano, militar chileno que resguardó el coloniaje en las provincias de Arauco, Malleco, Cautín, Valdivia y Llanquihue, a comienzos del siglo XX. Hierro clavado o en clave sepultada, el texto de Patricio Alvarado Barría pone pie en una historia que se ha levantado hacia abajo, subrepticia, y ha hecho crecer una ciudad que aguanta la respiración bajo tierra. Escoltada por centinelas que rastrean las estatuas de sus ídolos entre máquinas y neblina, en esta Edad gravita un epicentro en que los autos patinan en círculos y la historia da vueltas. Sospechamos si se nos habla de Temuco u otra locación en Wallmapu; si acaso es ciudad alguna, que después de tanta pacificación, se erige, cual fatamorgana, en un lugar donde deambulan fantasmas sin rostro.

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Descripción

Dividido en tres partes (Casas quemadas, Destierros y Estío), Edad de la ira es un poema de voces que nacen abajo de las casas, cuando los techos volaron y la obra gruesa apenas recuerda sus puertas. Son voces de ojos abiertos, bajo calles y toda la señalética que clavó en hierro el capitán Trizano, militar chileno que resguardó el coloniaje en las provincias de Arauco, Malleco, Cautín, Valdivia y Llanquihue, a comienzos del siglo XX. Hierro clavado o en clave sepultada, el texto de Patricio Alvarado Barría pone pie en una historia que se ha levantado hacia abajo, subrepticia, y ha hecho crecer una ciudad que aguanta la respiración bajo tierra. Escoltada por centinelas que rastrean las estatuas de sus ídolos entre máquinas y neblina, en esta Edad gravita un epicentro en que los autos patinan en círculos y la historia da vueltas. Sospechamos si se nos habla de Temuco u otra locación en Wallmapu; si acaso es ciudad alguna, que después de tanta pacificación, se erige, cual fatamorgana, en un lugar donde deambulan fantasmas sin rostro.

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