Descripción
Dos perfectos holgazanes, para amenizar su holgazanería, emprenden un viaje, ocurriéndoles inauditas aventuras. ¿Les ocurren efectivamente…? La realidad se torna algo maravillosa por virtud de la imaginación.
“En el mes de otoño de septiembre de 1857, dos aprendices de la pereza, agotados por el largo y caluroso verano y el tiempo de trabajo, el calor que había traído con él, huyó de su empleador…” ¿No suena maravilloso? Y ¿no se vuelve aún más maravilloso cuando se sabe que el empleador era la literatura, y que los dos aprendices que escapaban eran un tal señor Collins y un tal señor Dickens?
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