Descripción
Escrita durante una condena de tres años en la cárcel de Valparaíso, El Río es una de las novelas más radicales y duras escritas en Chile. Concebida inicialmente como parte de una terapia de rehabilitación delictual, Gómez Morel volcó en ella una larga vida de abusos, marginalidad y delincuencia.
Pero lo extremo de El Río no sólo radica en lo que nos narra sino que en la proximidad que se siente entre el narrador y su mundo narrado, en lo vivo de sus heridas, fractura a la que alude cuando al rememorar una golpiza padecida en un cuartel de Investigaciones señala que “estoy cansado y desgarrado por dentro. Cada vez que escribo vuelvo a sentir lo vivido como una navaja rasgándome las carnes. Muestro mis recuerdos hasta quedar sangrando por dentro. Cada vez vengo de más lejos, del tiempo vivido y de la distancia recorrida. Voy dejando miasmas, lágrimas y sangre. Es la huella ya surcada que ahora vuelvo a recorrer”. Si al lector muchas de las situaciones descritas le generan escalofríos, debe pensar para matizar sus reacciones que él sólo lee esas experiencias, mientras que Gómez Morel las vivió.
Esta edición de El Río incluye la crónica autobiográfica publicada en la revista Paula en 1971. “¿Por qué me convertí en delincuente?”
La vida de Alfredo Gómez Morel (1917-1984) es un tanto novelesca: a los tres meses fue abandonado por su madre —prostituta— en la puerta de un conventillo donde lo recoge una señora que se hace cargo de él hasta los dos años, cuando es internado en un orfanato. Se fuga de él a los siete años para volver con la mujer que lo había acogido, pero cuando cumple once aparece su verdadera madre con quien se traslada a Santiago. Ingresa al internado La Gratitud Nacional, del cual es expulsado y en donde tiene sus primeros contactos con los pelusas que viven bajo los puentes del Río Mapocho. Ya comienza sus actividades delincuenciales y el Río Mapocho, diversos reformatorios y cárceles son los lugares en los que se desenvuelve su vida hasta los dieciocho años. Como lanza internacional, matón, mercenario y traficante de armas y de cocaína, recorrió Perú, Venezuela, Cuba, Centroamérica, México, Colombia, país en el que se radicó entre 1939 y 1948 y que es el foco de esta novela. En Argentina fue guardaespaldas del general Perón. Todo esto mezclado con períodos en la cárcel: se dice que estuvo preso doscientas ochenta y ocho veces. Pese a que desde joven había demostrado inquietudes literarias, es cumpliendo una condena de tres años y un día en la cárcel de Valparaíso que se vuelca a la escritura. El Río (1962), novela en la que narra su vida en clave literaria, fue un éxito de ventas. Es en el prólogo de Pablo Neruda para la edición de Gallimard (1974) que aparece la afortunada expresión “un clásico de la miseria”. Gómez Morel concibe un ciclo autobiográfico de tres obras llamado Mundo adentro montado en un palo de escoba que es continuado por La ciudad (1963, novela de la que él finalmente abjuró al señalar que la escribió por necesidades económicas en quince días) y El mundo, que ha permanecido inédita hasta hoy. En las bibliografías de Gómez Morel suelen aparecer como sin publicar varios libros (El regreso, Yo me fugué del infierno, Pobre Tomás), pero lo más probable es que estas novelas no hayan sido escritas. Lo último editado por Gómez Morel es un testimonio biográfico aparecido en 1971 en tres entregas de la revista Paula: “¿Por qué me convertí en delincuente?”.
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