Descripción
La obra que tenemos a la vista, sobre el suelo de la historia común y bajo las estrellas de las memorias, habla del tiempo ido/latente que habitamos y que nos habita como una figura tan épica como fantasmática.
Desde la perspectiva de la analista, la terapeuta y la mujer que toma la palabra historiadora se ponen en circulación generaciones superpuestas de pobladores y pobladoras de La Victoria para inscribirlas como narrativas necesarias y audibles sobre nuestra historia reciente. Se interroga críticamente también una otredad dominante puesta en cuestión al evidenciar la tensión entre las estrategias biopolíticas de disciplinamiento por medio del terror y sus efectos por un lado y una vívida memoria social que ha hecho posible el despliegue histórico de aquello que Elisa identifica como la potencia creadora del colectivo. Se logra y evidencia para quién no quiera negar la capacidad constructora del pueblo y su potencialidad epistémico política, la contradicción entre procesos homogeneizantes que se instalan desde el poder y la emergencia de multiplicidades que germinan en los grupos y colectivos, haciendo de esas experiencias espacios de construcción de nuevas subjetividades.
La querella está abierta, remite a un presente y un pasado vivo que muestran las grietas vigentes de una sociedad -la nuestra-, las contradicciones, las injusticias estructurales y el cuestionamiento largo del orden constituido. Pero esta posición de combate es al tiempo una aporía, pues como nos evidencia, los pobladores que sostuvieron proyectos y utopías de raigambre popular se sumen de modo indesmentible en la frustración, el desencanto y la desesperanza. No hay azar ni leyes ineluctables en las bambalinas del orden social: Se ha instalado, instaurado, impuesto la convicción de que todo intento por reponer la vigencia de los proyectos de cambio, será una expresión de anacronismo y de advenir, será duramente castigado y reprimido.
Este libro convoca en muchos sentidos un pasado que no ha dejado de pasar, un silencio que no se conmueve con el universo de lo real en el aquí y ahora del abuso y dialoga, en intimidad, pero a voz muy alta, con la acción de protesta de lo simple a lo complejo ahí donde la dignidad y donde la memoria y la historia se encuentran y se requieren: en un presente de lucha y en un mañana que puede ser nuestro si recuperamos las experiencias de lucha que nos han constituido.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.