Descripción
El tiempo del arte está marcado por la contemporaneidad. La ubicación de sus objetos se ha
complejizado en términos de soportes y de circuitos. Hablamos de contemporaneidad, de
globalización y de un arte que ya no remite a un tiempo y a un lugar, sino a itinerarios señalados
por una perpetua migración entre espacios geográficos y entre disciplinas. Sin embargo, el arte no
ha perdido su relación con determinados contextos, ya sea porque estos son los propios del artista,
o porque se ha decidido anclar la obra en un tiempo y en lugar preciso, como forma de hacer visibles
los rasgos de una localidad. La estética contemporánea se redefine en términos de refinamientos
reduccionistas del lenguaje que lo normalizan en estandares que facilitan su circulación, o también
se complejiza con archivos que ramifican las peculiaridades, que lo sumergen en el detalle, en lo
específico. Tal condición, que hace que un objeto mute de acuerdo al proyecto de lectura que se le
imprime, es el asunto de este libro en el que la contemporaneidad es interrogada desde ciertos
itinerarios de las obras de arte.
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