Descripción
“Renka, París y Liendres” es una obra poética que introduce agridulces metáforas para crear la sensación de estupefacientes en la boca, a tufo de vino tinto en caja, al borracho sentido de su trama en la historia. “La paz sólo fue un dulce eructo en la cena de sus muertos”. Es un texto alegórico que nos invita a reflexionar sobre las figuras del político, el flaite, el ilustrado, el padre, el aprovechador, el narco y sus progenies; los híbridos que va creando nuestra sociedad y que serán los hijos de nuestro empoderamiento sobre la historia. Paradójicamente el mismo autor evidencia en el epígrafe la monstruosidad de este conocimiento: Espero que mis hijos nunca vean esto… Sabiendo que es una lección dura y mordaz que la historia nos enseña.»
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