Si pensamos en el poema como un ejercicio de montaje y composición, quizá el concepto de apropiación resulte insuficiente e incluso una obviedad. Los textos circulan, están en el aire (la página es una extensión del cielo), y de pronto alguien siente un llamado, aguza el oído, estira la mano y toma un puñado de palabras que luego reordena en lo blanco. Todo está vivo y es inmundo de Soledad Fariña es un ejemplo radical de esa forma de entender la escritura. Compuesto a partir de frases, palabras, partículas, silencios de La pasión según G. H. de Clarice Lispector, este libro constituye una prueba de que la escritura tal vez no es otra cosa que la manifestación de una lectura abierta, voraz, inagotable.
Publicado hace exactamente una década, esta reedición de Todo está vivo y es inmundo (con prólogo de Chus Pato) confirma —una vez más— a Fariña como una de las autoras más valiosas y arriesgadas de su generación.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.